Santa María de Nieva, 21 Setiembre 2008. Dom.XXV T.O. Nº 261

28.09.2008 00:00

Agradecemos  el artículo remitido y  redactado por el P. Fermín Rodríguez Campoamor S.J. abnegado sacerdote que cumple su misión pastoral en la parroquia  de Santa María de Nieva- Condorcanqui-Amazonas. Un testimonio de alguién muy cercano a la vivencia y sentimiento del pueblo Awajun - Wampis.

 

Hoja parroquial

Santa María de Nieva,  21 Setiembre 2008. Dom.XXV T.O. Nº 261

DESPUES DEL PARO.
Por: P. Fermín Rodríguez Campoamor S.J.

Sin duda la provincia de Condorcanqui ha sido la   más activa en el famoso paro de selva iniciado el día 9 de Agosto que se prolongaría entre tensiones, incertidumbres, miedos y alegrías hasta el viernes 22..Podemos decir que esas dos fechas- la primera y la última fueron las más sorprendentes e inesperadas.
 
Primero: la concentración nunca imaginada de una multitud tan inmensa de miles de condorcanquinos para comenzar puntualmente la manifestación pública, ante todo el país y el mundo, de su protesta y de sus reclamos sobre todo el reclamo de poder dialogar con las principales autoridades del país sobre los principales derechos del pueblo amenazados últimamente por unas leyes denunciadas por la Defensoría del Pueblo como inconstitucionales. Nadie se imaginaba un día antes  una presencia tan masiva de comuneros de los tres distritos condorcanquinos. Se ha calculado que participaron unos 10.000 indígenas. Sólo sabemos con exactitud que el día 7 jueves por la tarde llegaron de pronto a Sta. María de Nieva 1.024 manifestantes sólo del río Santiago.

Segundo: Nadie tampoco se imaginaba un día antes la victoria aplastante en el Congreso de la derogatoria de dos Decretos Legislativos firmados por el Presidente de la Nación e impugnados por el paro. A pesar de la intervención personal del mismo Presidente advirtiendo con el más expresivo énfasis que se iba a cometer “un gravísimo error histórico”, el Congreso votó a favor de la derogatoria: 66 votos a favor y 29 en contra. El debate fue retransmitido en directo y acaparó la atención de todos los peruanos que se olvidaron aquella mañana de los juegos olímpicos chinos. Así concluyo también inesperadamente aquel histórico paro.

Como era de esperar un gesto tan inusual provocó reacciones muy diferentes. No hay que ocultar el asombro de todos y los primeros sentimientos  de miedo en unos ante lo que pudiera suceder y de intuición en otros de que algo importante se iba a conseguir aunque nadie podía concretarlo. Al menos todos los manifestantes buscaban en primer lugar con sus acciones  un diálogo abierto y sincero con las autoridades que pudieran atender y solucionar sus reclamos.
El paro no fue un complot minuciosamente preparado por  algún maligno azuzador del pueblo.

Esa primera explicación oficial, improvisada para salir del paso a partir del 7º día de paro después de fracasar el primer intento de diálogo en San Lorenzo, hoy ningún conocedor de la realidad puede sostenerla.

Con todos los defectos de organización e improvisación, el paro ha sido una manifestación popular excepcional en la que se arriesgó mucho con
una valentía y un tesón sorprendentes que conmovió a todo el país y comenzó a ganar apoyo y solidaridad en todo el pueblo indígena awajun-wampis.
En primer lugar, se movilizan comunidades, familias, incluidas mujeres, niños y ancianos que durante dos semanas quedaron sin hombres jóvenes en sus comunidades y apoyaron con el envío constante del alimento imprescindible, los plátanos,  que nunca faltaron en abundancia, aunque sí faltó a veces la gasolina para transportarlos. No existe partido político, ni ONG, ni ninguna persona ni institución capaz de provocar este movimiento que sólo brota con tanta fuerza  de la más profunda entraña del mismo pueblo indígena. 
Desde esta raíz  surgió una fuerza contagiosa que fue consiguiendo solidaridades en los primeros pueblos que se organizaron, indígenas y no indígenas unidos en la misma causa- para acoger y atender a aquellos miles de personas  que abandonaban la selva hacia la carretera. Después se fueron uniendo entre sorprendidos y atemorizados al principio otros pueblos como  El Muyo, Bagua y hasta Jaén mismo.
Finalmente la ola de adhesiones  fue creciendo a pesar de la obstinada reacción violenta de la policía que llegó al extremo de atacar a toda una población pacífica como la de Bagua que acababa de acoger humanitariamente a varios  cientos de manifestantes exhaustos el 20 de Agosto después de doce días de huelga. Aquel fue un día también histórico para Bagua cubierta por una nube de gases lacrimógenos. precisamente el mismo día  en que ya se había acordado en Lima el final del paro por un acuerdo entre AIDESEP y el CONGRESO que abrió generosamente sus puertas para acoger a aquella excepcional representación de un pueblo reconocidamente postergado y silenciado y permanentemente inconsulto en asuntos que afectan a sus primeras necesidades y derechos reconocidos internacionalmente. Así lo reconocían aquel los Padres de la Patria representantes del pueblo.
El día 23 de  Agosto pasaron por Sta. María de Nieva los últimos que regresaban para sus comunidades. Bastantes mujeres e hijos llegaron a recibirlos a Santa María de Nieva donde no les faltó, gracias a la colaboración de todos, alimento abundante y música para improvisar un baile popular después de tantos días de sufrimiento, de incertidumbre arriesgando sus vidas ante cualquier bala perdida de quienes respondían con armas a los gritos  que reclamaban diálogo, consulta y respeto a todo un pueblo olvidado en la selva. Gracias a Dios no hubo que lamentar ninguna muerte y en la plaza de Nieva se abrazaban de nuevo entre lágrimas y risas con sus familias que habían sufrido también con ellos estas dos semanas históricas para Condorcanqui.

Tanto sufrimiento no va a quedar olvidado. Queda indiscutible el testimonio de amor, de unión y de responsabilidad de todo un pueblo que defiende su madre tierra, sus derechos, sus familias y un futuro digno y seguro para sus hijos.

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