Fermín

DESDE LA SELVA ¡FELIZ NAVIDAD!

Con frecuencia los más pequeños aquí en la selva viven durante todo el año, de diversas maneras, la más feliz de las Navidades que los mayores sólo nos deseamos, sin mucha convicción, a lo largo de este último mes del año.

La pequeña Delmit Quininto Quiston, de la Comunidad Awajun de Alto Canampa, junto al gran Marañón, nos asombra, como tantas otras niñas Awajun y Wampis de nuestra Selva, por su precoz y entusiasta vocación a la maternidad y por la alegría y naturalidad con que asume su responsabilidad familiar. Nos mira sonriente y plenamente satisfecha mientras marca con inmensa ternura a su hermanita Brisanda, como si fuese un peluche relleno de plumas.

Así descarga los brazos de su madre para que puedan cargar, desde la chacra la chanquina con la yuca y el plátano que acaso sean los únicos “panetones” seguros para el día de Navidad. Aunque no cuente con ningún otro alimento navideño ni algún juguete made in China, no dejará de sonreír a su hermanita que llena sus brazos y su gran corazón de niña-madre donde, evidentemente, Dios, que es sobre todo Amor, habita entre nosotros mucho antes de nuestras navidades.

Con esta preciosa imagen de Dios Padre-Madre llena de ternura, la Parroquia de Santa María de Nieva, capital de la selva peruana en la frontera norte con el Ecuador, tierra antes sacrificada por guerras fratricidas y ahora ambicionada por las empresas internacionales más poderosas, les desea no la felicidad que estas últimas piensan arrancarnos de nuestro riquísimo subsuelo sino la que sobreabunda en la sonrisa de esta niña de apenas cuatro años vividos en la selva, día a día, en extrema pobreza y Amor.

                                               Fermín